Costa del Este. "La Playa del millón de pinos"
En el año 1966 en el área del actual Partido de la Costa ya existían ciertas localidades con evolución propia. San Bernardo, San Clemente, Santa Teresita y Mar de Ajó, por ejemplo crecían en forma sostenida. Fue ese mismo año cuando Fidel Sabalo y Emilio Doura compraron las tierras donde esta historia comenzaría. Eran dunas arenosas, donde sólo podía apreciarse una vegetación casi desértica. La misma topografía que hoy podemos observar –por ejemplo- en la zona donde se emplaza el centenario faro de Punta Médanos.
Debieron fijarse los médanos, ya que la acción del viento marítimo mudaba sus formas y relieves permanentemente. Para esto se plantaron tamariscos y acacias en el frente costero, formando una duna densamente forestada que redujo notablemente la acción erosiva del viento.
Luego y como primer paso dentro de una proyección pensada a largo plazo, estos pioneros decidieron forestar el lugar. Para mejorar inicialmente el suelo trajeron tierra desde la ciudad de Dolores. Fue así que se plantaron pinos de distintas especies, sauces, álamos y eucaliptos, pero el desarrollo y la propagación de los primeros, motivó que en la actualidad se conozca a esta localidad como "La playa del millón de pinos".
Durante los primeros años de vida de las plantas insertadas y hasta que estas no desarrollaran bien sus raíces, fue necesaria la utilización de riego; por lo que los pioneros trajeron un sistema de riego por goteo desde Israel.
Mas tarde comenzaron con la apertura de los caminos, tarea que se realizó respetando la suave ondulación del terreno. Si bien la mayoría de sus calles se conservaron de arena, las avenidas troncales y las calles principales fueron pavimentadas, con la finalidad que ninguno de los 4.700 lotes de terreno que componen la geografía de Costa del Este se encuentre más allá de 300 metros de una arteria pavimentada. De a poco fueron abriéndose las calles, algunas de las cuales permanecen cerradas aún hoy por la renovada vegetación y se irán abriendo paulatinamente al paso de la progresiva urbanización. Luego fueron tendidas la red eléctrica y las redes de comunicación.
¿Porque elegir Costa del Este?
Todo se fue desarrollando equilibradamente, de tal modo que con el pasar de los años muchos turistas conocieron este hermoso paraje y quedaron encantados con su hechizo. Es que Costa del Este les brindaba un contacto preferencial con la naturaleza. Mar, bosque y una incipiente y ordenada urbanización que pocos sitios, no tan lejanos de Capital Federal y Gran Buenos Aires, pueden ofrecer.
Consecuentemente, la zona se fue nutriendo de bellas casas de fin de semana y de distinguidos complejos vacacionales; un crecimiento edilicio que no ha cesado hasta el día de hoy, aunque con la fortuna de contar con las restricciones y particularidades que determina su código de edificación, el cual ha protegido la estética y el entorno en su sostenido progreso; logrando que hoy en día podamos enorgullecernos de su arquitectura, una mezcla equilibrada de ladrillos y bosque. De hecho, las bellas casas con sus coloridos parques, dotan a Costa del Este de una hermosura que conjuga a la naturaleza con la mano del hombre y nos demuestra que se puede.
Fuente: www.todocostadeleste.com.ar
En el año 1966 en el área del actual Partido de la Costa ya existían ciertas localidades con evolución propia. San Bernardo, San Clemente, Santa Teresita y Mar de Ajó, por ejemplo crecían en forma sostenida. Fue ese mismo año cuando Fidel Sabalo y Emilio Doura compraron las tierras donde esta historia comenzaría. Eran dunas arenosas, donde sólo podía apreciarse una vegetación casi desértica. La misma topografía que hoy podemos observar –por ejemplo- en la zona donde se emplaza el centenario faro de Punta Médanos.
Debieron fijarse los médanos, ya que la acción del viento marítimo mudaba sus formas y relieves permanentemente. Para esto se plantaron tamariscos y acacias en el frente costero, formando una duna densamente forestada que redujo notablemente la acción erosiva del viento.
Luego y como primer paso dentro de una proyección pensada a largo plazo, estos pioneros decidieron forestar el lugar. Para mejorar inicialmente el suelo trajeron tierra desde la ciudad de Dolores. Fue así que se plantaron pinos de distintas especies, sauces, álamos y eucaliptos, pero el desarrollo y la propagación de los primeros, motivó que en la actualidad se conozca a esta localidad como "La playa del millón de pinos".
Durante los primeros años de vida de las plantas insertadas y hasta que estas no desarrollaran bien sus raíces, fue necesaria la utilización de riego; por lo que los pioneros trajeron un sistema de riego por goteo desde Israel.
Mas tarde comenzaron con la apertura de los caminos, tarea que se realizó respetando la suave ondulación del terreno. Si bien la mayoría de sus calles se conservaron de arena, las avenidas troncales y las calles principales fueron pavimentadas, con la finalidad que ninguno de los 4.700 lotes de terreno que componen la geografía de Costa del Este se encuentre más allá de 300 metros de una arteria pavimentada. De a poco fueron abriéndose las calles, algunas de las cuales permanecen cerradas aún hoy por la renovada vegetación y se irán abriendo paulatinamente al paso de la progresiva urbanización. Luego fueron tendidas la red eléctrica y las redes de comunicación.
¿Porque elegir Costa del Este?
Todo se fue desarrollando equilibradamente, de tal modo que con el pasar de los años muchos turistas conocieron este hermoso paraje y quedaron encantados con su hechizo. Es que Costa del Este les brindaba un contacto preferencial con la naturaleza. Mar, bosque y una incipiente y ordenada urbanización que pocos sitios, no tan lejanos de Capital Federal y Gran Buenos Aires, pueden ofrecer.
Consecuentemente, la zona se fue nutriendo de bellas casas de fin de semana y de distinguidos complejos vacacionales; un crecimiento edilicio que no ha cesado hasta el día de hoy, aunque con la fortuna de contar con las restricciones y particularidades que determina su código de edificación, el cual ha protegido la estética y el entorno en su sostenido progreso; logrando que hoy en día podamos enorgullecernos de su arquitectura, una mezcla equilibrada de ladrillos y bosque. De hecho, las bellas casas con sus coloridos parques, dotan a Costa del Este de una hermosura que conjuga a la naturaleza con la mano del hombre y nos demuestra que se puede.
Fuente: www.todocostadeleste.com.ar
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